Bienvenidos a la nueva entrega
2018 de las reseñas de Cinemanía, en donde esta vez comenzare el año con una de
mi nueva película favorita biográfica “I, Tonya” basada en la vida de la polémica
patinadora de hielo Tonya Harding interpretada por Margot Robbie en donde nos
demuestra una vez mas en que no es la cara bonita de “El Lobo de Wall Street” o
la muy amada y odiada Harley Quinn. Con esta pequeña introducción es hora de reseñar.
*ADVERTENCIA: LA SIGUIENTE RESEÑA CONTIENE SPOILERS. SE RECOMIENDA PRECAUCIÓN. *
“I, Tonya” esta narrada de 2
formas, pasado y presente, el pasado se remonta desde los 70 en donde vemos a
la pequeña Tonya Harding ser llevada por su madre LaVona, a unas clases de
patinaje en hielo, porque como relata su madre “del patinaje es lo único que
habla” y básicamente la película es eso, se trata sobre el amor de Tonya al
patinaje y como un error la llevo a perder todo lo que amaba.
La película transcurre en la época
de los 80-90 en donde casi, así como hoy en día, no se le daba mucha
importancia al patinaje artístico, hasta que ocurrió el famoso caso de Nancy
Kerrigan, que es básicamente el parte aguas central de esta película, porque si
ustedes no lo saben, nuestra protagonista fue culpa de conocer el asalto a la
patinadora Kerrigan, pues según la película, “Nancy podía quitarle su sueños e inspiración
a Tonya”.
No me voy a meter tanto en
reseñar la película, porque es una película biográfica y personalmente no
conozco mucho la historia así que no puedo darles mi punto de vista sobre que
es verdad y que es mentira, pero les diré algo, desde que tengo memoria, antes
de ver esta película, el nombre de Tonya Harding era sinónimo de “trampa”. ¿Por
qué? Simple, porque el haber estado rodeada de idiotas le costo lo que mas ama
en la vida, el patinaje.
Ahora, la película esta muy pero
muy buen actuada, Margot Robbie destaca muchísimo como la patinadora, desde las
expresiones en el patinaje, hasta la forma campirana que decían tenia Tonya al
principio de su carrera. Ósea, como fan de Margot, quien considero una actriz
muy hermosa y elegante y básicamente esta así en todos sus papeles, hasta como
Harley cuando sale de bailarina, el punto es que verla así tan desarreglada,
con el cabello echo un desastre me sorprendió muchísimo y darme cuenta que no
estaba viendo a Margot, si no que estaba viendo a las mismísima Tonya. Allison
Janney como la madre de Tonya, esta ESPECTACULAR, en toda la película te hace
cuestionarte si en verdad esa mujer merecía ser su madre o estar viva, básicamente
te hace odiarla desde el principio, desde golpeando a la pequeña Tonya con un
cepillo en un baño, acompañarla a su primera cita hasta preguntarle si en
verdad ella había planeado el atentado a Kerrigan. Es por eso que Allison es mi
opción (y la única) para llevarse el Oscar, es decir, ya se llevó el Globo de
Oro, el SAG, el Critics y estoy segura que se llevará el BAFTA y con ello tendrá
muy seguro el Oscar, su actuación es espectacular, la madre mas mala del cine
actual. Sebastian Stan como el esposo de Tonya, esta también muy bien y en
ocasiones no puedes evitar reírte de las tonterias que hacia por Tonya pero también
te hace odiarlo por las golpizas que le propinaba a Tonya ya que ambos, eran
sumamente explosivos además de que según la película “si el me pegaba, es amor
¿no?”, básicamente un idiota en ciertos sentidos.
Ahora, sobre el titulo de esta
reseña, tiene mucho que ver en lo que representa sobre la Tonya de la vida real
y la Tonya que nos reflejan en esta película. La película refleja que la vida
de Tonya jamás fue un cuento de hadas, fue abusada física y mentalmente por su
propia madre, su padre la abandono cuando era niña, el amor de su vida hacia lo
mismo que su madre, sumándole que ni siquiera termino la escuela por seguir su sueño
del patinaje y después fuera despojada de eso. Mientras que la prensa la catalogó
como una villana en todo el asunto de Kerrigan, y es como dice Tonya en la película,
“Todos decían que Nancy era la princesa y que yo era la basura, y lo cierto es que
me subestimaban porque venia de un lugar pobre y sin posibilidades”. Lo cierto
es que después de ver esta Tonya Harding, no es una heroína ni mucho menos una villana,
solamente es una chica talentosa que se junto con malas personas y tuvo una muy
mala suerte, pero eso si, cada vez que veamos una persona que decimos “no llegara
a nada” deberíamos de mordernos la lengua, porque tal vez, esa persona puede sorprendernos
y llegar a grandes cosas.
“I, Tonya” se convierte en una de
mis películas biográficas favoritas porque no teme decir la verdad en su
verdadera forma. Divertida, verdadera, sin escrúpulos y sincera, “I, Tonya” nos
habla sobre que muchas veces, aunque cumplas tu sueño, este se puede esfumar si
no sabemos con quien nos rodeamos, es por eso que recibe mi clasificación de 5
estrellas. Una perfecta historia que ver y que contar.
Para más información, preguntas o
comentarios, recuerden seguirme en @AlmaMedrano9
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